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domingo, 20 de abril de 2014

Mi ultimo paradero.


¿A esta hora no hay nadie? Fue lo que me dije después de una accidentada noche en el centro de Lima. La sazón final que me quedo de aquella noche fue la risa, magnifica forma de salvar cualquier momento.

Es absurdamente gracioso, lo que me paso en la estación del metropolitano. Mientras que esperaba que abriera la estación central, me tiro al piso para esperar.

La ineficacia de un jefe era el tema entre los vigilantes. Solo me limitaba escucharlos. Luego una pregunta encendió el fuego de mi curiosidad. -¿hey amigos una pregunta y ustedes trabajan para Municipalidad de Lima?- la respuesta del otro lado fue – NO- Se acerco un vigilante y me dejo esa respuesta tajante. Disculpa mi insana curiosidad pero ¿Les podría hacer otra pregunta? El vigilante respondió – Claro que si – ¿Ustedes pertenecen a un service? – la respuesta fue lo que suponía. -Si joven, trabajamos para una empresa, que trabaja para municipalidad.

Note cierta disconformidad, pues están debatiendo sobre los turnos para el domingo, parecía que no estaba el equipo completo y discutían quien cubriría ese horario. Pero ellos querían explicaciones del jefe. Entonces les dije lo que supuse.

Entonces ustedes ganaron una licitación, donde alguien tenía que dar soporte de seguridad a Municipalidad de Lima. Y la empresa donde trabajas gano. Porque su presupuesto se acomodaba para los bolsillos municipales. El vigilante, me respondió: - así es señor. No estaría aquí pero tengo una familia y un hogar, en otras empresas donde trabaje no pasamos cosas como estas, todo lo contrario somos mejores pagados. Lastimosamente esta empresa es una de la peores de seguridad en el mercado y si le contara que existe otra que es peor que esta, no me creería. – Me imagino amigo – fue lo que respondí.

Llegada la hora toca abrir las rejas, y de abrir la puertas para ingresar a la estación. Cogí mi mochila mientras que abrían las rejas metálicas corredizas. Pase con cierta prisa , salude algunos vigilantes que venían a relevar a sus compañeros y note que no traía  monedas y todo estaba cerrado. Cuando llegue al lugar donde pasas tu tarjeta para ingresar, mire a todos lados y me di cuenta que no había absolutamente nadie , solo paso un tipo que iba con dirección hacia norte. Yo me dirigía al Sur. Tire la mochila, y me pase por debajo de los controles de seguridad del metro y me escabullí sin pagar. Me senté en el frio suelo a tratar de leer, pero unas melodías circunstanciales me daban vueltas en la cabeza, silbe mucho rato, hasta que llego una persona que había visto con dirección hacia el norte. No preste mucha atención y seguí silbando largo rato hasta que llego el bus. Me pare del suelo y subi deprisa para buscar un asiento y tomar el sueño inconcluso que me lleva al sur, de donde vengo. El bus avanza y el sueño empieza a caer sobre mis parpados , me empezaban a pesar los ojos , el sueño y el cansancio se hacían presentes en mi rostro. Antes de cerrar los ojos note que el bus del metro al que  subí, estaba tomando una dirección contraria y cuando me di cuenta, estaba yendo al norte. Tome mis cosas y baje sorprendido del bus. Cuando me puse a esperar el bus de regreso. Pregunte si iban al sur, escuche que si y tome el primero que venía. Cuando llego el bus había gente parada y todos con unas caras largas. Tome un libro de mi mochila, y me dispuse a leer parado, pero el metro no me lo permitía, por sus excesivos movimientos que iban de la mano con paradas y frenadas. Guarde el libro y vi con asiento se desocupaba, tome el asiento y cogí mi mochila la puse sobre mis rodillas y fui abrazado a ella hasta que llegue a mi destino.

En el último paradero me di cuenta que no tenía ninguna moneda. Cogí mi libro me puse a leer unos párrafos y unos textos a la gente y conseguí unas monedas en el carro que me llevo devuelta a mi casa. Esa mañana no pague pasaje , luego de recibir algunas monedas me senté , y el sueño se apodero de mi hasta llevarme al último paradero, me levante , tome mi mochila revise si estaba completa con las cosas que llevaba dentro. Baje del carro y me encontraba caminando sobre enorme loma llena de casas , y ahí abajo veía un pantano y una enorme cancha de futbol entonces me di cuenta de que estaba cerca del lugar de donde dormía.

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